El retrato ideal técnicamente hablando seria uno en el que cada uno de los focos de luz que iluminan al personaje u objeto deben cumplir una función diferente que contribuya a atenuar los efectos que puedan producir los otros focos y afectar el resultado final, sin embargo perceptivamente este tipo de iluminación no resulta convincente porque no es real, le restaría todo el volumen al personaje, y puede que anule algunos de sus rasgos faciales. En la vida real existen luces producto de reflejos que pueden no ser muy favorecedoras sin embargo la mayoría de veces mayoría estas iluminaciones más naturales pueden resultar mucho más realistas, ahora, hay que tener en cuenta que las personas son seres expresivos que expelen sensaciones emotivas, trasmitidas a través de sus gestos, su mirada, tomando en cuenta estos factores comprendemos la necesidad de considerar una serie de matices a la hora de iluminarlos, si bien es cierto, se puede permitir que ciertas partes de la cabeza permanezcan en sombra, pero los ojos no deben quedar jamás en oscuridad ya que nos daría una sensación de que la persona está apagada, muerta, seria como fotografiar un objeto inmóvil que no trasmite nada, también hay que considerar otro factor que suele pasar desapercibido y es un error común, es cuando el cabello recibe mucha iluminación, no solo puede saturar el resultado final, sino que resulta antinatural debido al brillo.
Si la luz frontal tiene el ángulo vertical de la lámpara demasiado elevado
Produce un modelado austero, lo que puede expresar una apariencia envejecida, que hunde y oscurece los ojos y cuello, produce una sombra larga y vertical de la nariz. Enfatiza el tamaño de la frente marcando la calvicie, las sombras del cabello se profundizan y extienden a lo largo de la frente.
Si la luz Posterior tiene el ángulo vertical de la lámpara demasiado elevado
La nariz se ilumina, mientras la cara permanece en sombras produciendo el famoso efecto "nariz blanca" . Este efecto se marca más cuando la cabeza se echa hacia atrás también satura excesivamente la frente y hombros.
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